La alimentación intuitiva es un enfoque nutricional que propone volver a conectar con las señales internas del cuerpo —hambre, saciedad, satisfacción— dejando atrás las dietas restrictivas, el control externo y la culpa asociada a la comida.
Fue desarrollada en 1995 por las dietistas Evelyn Tribole y Elyse Resch, y se basa en 10 principios que promueven una relación saludable con la comida y el cuerpo. Algunos de ellos son:
Este enfoque se presenta como una alternativa a años de dietas crónicas y restricciones, con el objetivo de mejorar la salud física y emocional de forma sostenible.
Aunque no busca directamente la pérdida de peso, se asocia con mayor estabilidad del IMC a largo plazo.
PubMed – 2024 Estudio longitudinal
Las personas que practican alimentación intuitiva tienden a consumir más vegetales, cereales integrales y menos azúcares añadidos
Aunque es un enfoque válido para muchas personas, no siempre es el más indicado:
Uno de los riesgos más frecuentes al aplicar la alimentación intuitiva sin acompañamiento es el desequilibrio nutricional.
Las personas tienden a consumir más hidratos de carbono (panes, snacks, dulces), reducir las proteínas de calidad, dejar de lado las grasas saludables y descuidar la ingesta de fibra procedente de frutas y vegetales.
Todo esto puede derivar en déficits de:
Un estudio publicado en Appetite (2022) mostró que muchas personas sobreestimaban su capacidad para autorregular su alimentación sin tener conocimientos básicos de nutrición, lo que llevaba a dietas monótonas y pobres en nutrientes clave.
Por eso, la educación nutricional es el verdadero pilar que convierte este enfoque en una herramienta eficaz y saludable.
Aplicar la alimentación intuitiva de forma efectiva no significa comer cualquier cosa en cualquier momento, sino aprender a distinguir lo que el cuerpo necesita de lo que simplemente apetece.
Nuestro entorno está lleno de estímulos que distorsionan nuestras señales naturales: Ultraporcesados hiperpalatables, publicidad agresiva, horarios irregulares o el estrés crónico.
Comer intuitivamente con conciencia implica:
La alimentación intuitiva es una estrategia poderosa para sanar la relación con la comida, especialmente si vienes de años de dietas estrictas, culpa o ansiedad al comer.
Pero no es una solución universal ni puede sustituir un plan nutricional estructurado en contextos específicos como:
La clave está en el equilibrio: combinar la escucha corporal con educación nutricional y la elección de alimentos reales.
Como dietista, puedo ayudarte a incorporar este enfoque de manera equilibrada, adaptada a tus necesidades, estilo de vida y objetivos.
Es posible disfrutar de la comida, reconectar con tu cuerpo y, al mismo tiempo, cuidar tu salud física y emocional.
Escríbeme si quieres empezar este proceso con acompañamiento profesional.
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